PUEBLO AMARILLO

Como explicar lo inexplicable. Como justificar la presencia de 60 mil hinchas amarillos para ver a su equipo jugar por no descender. Durante 47 minutos Barcelona estuvo en la B, pero el corazòn de su gente, esa que nunca lo abandonò, lo hizo volver a la A. Parecìa final de campeonato y tan sòlo era un juego de supervivencia en la A. Los que todavìa no entienden que èste equipo es el fenòmeno social nùmero uno del Ecuador, que se sigan dando contra la pared lamiendo sus frustraciones y envidia. Aquellos anti Barcelona que lo querìan ver en la B, se quedaron con las ganas.

Otra vez el pueblo amarillo dio una conmovedora lecciòn de fe y esperanza. Llenaron su estadio y alentaron como nunca. Olvidaron por noventa minutos la pesadilla que le ha hecho vivir la ineficiente dirigencia, y juntaron fuerzas para transmitirle ànimo a un equipo que dio todo, que con actitud y amor propio superò sus deficiencias futbolìsticas para ganar el partido clave que permitirà corregir y cambiar de cara al futuro.

Un año lleno de dolor y angustia ha terminado. La lecciòn de mediocridad queda aprendida. Hay que poner la casa en orden de inmediato, para evitar que los vampiros sigan sangrando a Barcelona, y esos vergonzosos embargos de taquilla.

Al Bellavista fueron 20 mil. En Ponciano 35 mil. Monumental 60 mil. Màs de 100 mil fueron a verlo, unos queriendo que se hunda, pero la mayorìa inyectàndolde vida. Ese es Barcelona, el equipo que espera que le cuenten como es la B, porque todavìa no tiene el gusto de conocerla.

POR CARLOS VICTOR MORALES
Cortesía de Diario Súper